Podría ser uno de los muchos nombres que se vincula cada verano con el Betis de forma interesada (como el del zaguero argentino Vergini), aunque la historia de Jairo Palomino, con todas las acotaciones del mundo, merece ser contada. ESTADIO, que se hacía eco ayer en su sitio web del rumor que circulaba en varios medios digitales árabes, habló después con el interesado, que se mostró muy sincero: no ha tenido contacto directo con los verdiblancos... aunque no le extraña nada, dada su particular tesitura en un limbo administrativo.
“Me enteré por las redes sociales y estoy tratando de averiguar qué ocurre. Compañeros de Arabia Saudí me dicen que allí se lleva comentando toda la semana. Sospecho que algún intermediario del Betis habrá hablado con el Al-Alhi, si bien le rogaría que contara que estoy libre”, aseguraba el colombiano a este periódico, no sin precisar lo siguiente:“Me compraron en 2011 (por 2,5 millones de dólares) al Atlético Nacional.
En principio, firmé por dos temporadas, por lo que terminaría el próximo 30 de julio, pero me engañaron. A mi ex representante y a mí nos pusieron por delante un contrato en árabe en el que, por lo visto, venía una cláusula para prorrogarlo por uno o dos años más. Pedimos una copia en inglés para entenderlo y, en ese documento, no figura la ampliación.
Lo hemos denunciado por escrito a la Federación de allí y al Al-Alhi, pero no me respondieron. He pedido amparo a la FIFA, porque ellos, que trataron de renovarme al ver que no había sido muy legal, piden 1,2 millones de dólares por mi libertad y, sea eso o menos, yo no quiero seguir allá”.
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