Reducir la violencia física y verbal en los estadios a como dé lugar es la premisa de los New York Red Bulls de la MLS. Para ello pagan hasta 500 dólares a los seguidores que eviten los insultos en el estadio.
El asunto es así: 500 dólares por seguidor juicioso siempre y cuando no exista ningún reproche grosero de manera verbal a los jugadores. La medida ya está en marcha y hace parte de otra serie de alternativas puestas en marcha para combatir la violencia.
Por ejemplo, desde el año 2011 se reglamentó sanciones económicas a los futbolistas que simulen faltas. El “no a los piscineros” se une a otra penalización para los clubes, cuyos directivos, jugadores y técnicos a través de sus declaraciones presionen a los árbitros.
Otra forma de combatir la violencia, además de motivar a la gente para que acuda a los estadios, es la de fijar códigos de comportamiento para los aficionados en los escenarios deportivos.
En este sentido, clubes como el Real Salt Lake prohibieron megáfonos y pancartas. Quienes no cumplan con la medida serán castigados con la suspensión de sus abonos.
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